Educación en Salud
Según la "International Association of the Study of Pain" el dolor es "una experiencia sensorial y emocional desagradable asociada a un daño real o potencial del tejido, o se describe en términos de dicho daño”. Sin embargo, para todos nosotros, el dolor es simplemente una sensación desagradable de que algo nos hace daño. Se trata de un sentimiento subjetivo. El médico sólo puede saber que un paciente sufre dolor si se lo dice.
El dolor puede ser:
Según su duración: agudo: de corta duración con una causa fácilmente identificable. Crónico: independiente de la causa original del dolor. Es posible que la causa del dolor ya no exista, pero que los nervios sobreexcitados sigan notificando dolor al cerebro.
Según su intensidad: leve, moderado, severo
Según su origen: nociceptivo (somático y visceral): el dolor somático se origina en huesos, músculos, tendones y es conocido normalmente como dolor musculoesquelético. Está bien localizado, se puede reproducir tocando o moviendo la zona implicada. El dolor visceral se origina en los órganos internos de las cavidades del cuerpo como, tórax, abdomen y pelvis, es más sordo, vago y con frecuencia difícil de localizar. No nociceptivo (neuropático): se debe a un daño en el sistema nervioso central o periférico.
No todos los dolores son iguales. Diferentes estados pueden causar tipos distintos de dolor con diferentes características. El dolor puede oscilar entre leve y severo, puede ser continuo o intermitente, pulsátil o sordo, lacerante o urente, puede ser un poco desagradable o incapacitar a la persona por completo, o puede situarse entre cualquiera de estos extremos.
Un dolor que no se trate puede causar sufrimiento, ansiedad, depresión e incapacidad para realizar actividades normales.
El dolor suele ir acompañado de problemas para dormir, aislamiento, desesperación, desesperanza y una peor calidad de vida.
La intensidad del dolor siempre es subjetiva. Siempre existe un componente emocional en la percepción del dolor de una persona, que se debe a la interpretación de la señal del dolor en el sistema nervioso central. Por tanto, resulta útil evaluar el dolor mediante una herramienta sencilla como la escala numérica/visual o elaborando un diario del dolor.
Escala de evaluación numérica: se pide al paciente que califique su dolor en una escala "numerada" de "0" (ausencia de dolor) a "10" (peor dolor imaginable).
Escala analógica de dolor: el paciente indica la intensidad del dolor señalando un punto en una línea que va entre los extremos "ningún dolor" y "peor dolor posible".
Diario de dolor: es un instrumento útil para la evaluación del dolor. El paciente anota la fecha y la hora en que siente dolor, indica la intensidad del mismo (0-10) y menciona la medicación para el dolor que toma cada día, así como otros métodos para el alivio del dolor, y los posibles efectos secundarios de esa medicación.
Una escala del dolor no sólo ayuda a evaluarlo, sino que también permite evaluar el éxito del tratamiento. Permite reflejar de forma fiable la intensidad del dolor y su evolución.
El tratamiento varía dependiendo de la causa del dolor. Se utiliza tratamiento farmacológico, pero también existe una amplia gama de abordajes no farmacológicos para el dolor que se suelen utilizar en combinación con los medicamentos. El más conocido es la fisioterapia.
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