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Cómo liderar con influencia como innovadores y fabricantes de productos de atención de salud en un mundo pos-COVID

Cómo liderar con influencia como innovadores y fabricantes de productos de atención de salud en un mundo pos-COVID

 

“Tiempos sin precedentes… Circunstancias inciertasDistinto de todo lo que ya hemos visto”.

Todos hemos estado más que hartos de ese tipo de frases en los últimos 22 meses. No estaba muy claro cómo la industria de la atención de salud respondería al enfrentarse a la COVID-19. ¿Podrían las compañías, organizaciones e instituciones unirse de formas no convencionales y participar en colaboraciones desconocidas para estar a la altura del desafío?

Bueno, comencemos con el desafío. No se trata solo de afrontar la COVID-19, no podemos pausar el resto de nuestros esfuerzos mientras superamos la pandemia. Estamos tratando de cambiar el curso de la salud de la humanidad. Disminuir o pausar este trabajo, en muchas enfermedades, costaría vidas y dañaría a las personas. Los pacientes con enfermedades cardiovasculares sufrirían donde no lo necesitaban, las personas permanecerían con cánceres progresivos para los que podrían haber recibido ayuda y la lista sigue.

Nos unimos como industria de una manera en la que creí que no sería posible para producir tratamientos y vacunas contra el SARS-CoV-2. Fue conmovedor. Los competidores colaboraron, unidos por la necesidad imperiosa del objetivo en común. Sacamos provecho de décadas de buena ciencia para introducir vacunas en el mundo en un plazo que la mayoría, incluso los que tuvieron éxito, hubieran considerado poco probable al principio. Asimismo, cambiamos todo para encontrar formas únicas de mantener el impulso con otros descubrimientos de innovación en todos nuestros ensayos clínicos, hallazgos de investigación, fabricación y distribución.

Por lo tanto, en cuanto a mi pregunta; sí, las compañías, organizaciones e instituciones estuvieron a la altura del desafío, pero aún queda mucho trabajo por delante. La conclusión es esta: como innovadores, investigadores, fabricantes, proveedores y como industria, estamos hartos de “ese tipo de frases”. Ahora nuestro trabajo es precedente y nuestra próxima misión es segura: debemos liderar con influencia para nuestra comunidad de pacientes de todo el mundo mediante la implementación de conocimientos con el fin de mejorar nuestro sistema de atención de salud y garantizar la preparación en nuestra próxima crisis de salud a nivel global —porque llegará.

Para seguir explorando el compromiso que se necesita para mantener el impulso establecido por la respuesta de la industria a la COVID-19, la Academia Nacional de Medicina de Estados Unidos organizó una serie de artículos en nueve partes. Tuve el honor de formar parte de un grupo de expertos en la industria de Novartis, Medtronic, Exact Sciences, 3M y Labcorp para proporcionar ideas en la última pieza titulada Health Product Manufacturers and Innovators COVID-19 Impact Assessment: Lessons Learned and Compelling Needs (Evaluación de impacto de la COVID-19 de fabricantes e innovadores de productos de salud: lecciones aprendidas y necesidades apremiantes). En este artículo, describimos los pasos que necesitamos tomar para cambiar el curso de la enfermedad y de la salud de la humanidad para mejor.

Una estrategia integrada para una atención de salud más sólida y equitativa

Si queremos mantener el ritmo para un futuro próspero que establecimos como industria al afrontar la COVID-19, necesitaremos una estrategia exhaustiva que aborde todas las facetas de nuestro sistema de atención de salud. Debemos:

  • Fomentar un mayor apoyo a la ciencia.
  • Garantizar una cadena de suministros global más sólida.
  • Establecer estructuras para un intercambio de información seguro y eficaz.
  • Promover políticas en torno a la retribución y la salud digital.
  • Mejorar la colaboración entre el sector público y el privado.
  • Reforzar la oferta de la atención médica, sobre todo, para poblaciones infrarrepresentadas y desatendidas.

Cuando se conocía poco acerca del virus, los reguladores de la atención de salud estuvieron dispuestos a escuchar los desafíos a los que se enfrentaban y actuaron con rapidez para proporcionar orientación sobre las necesidades emergentes. Esa respuesta rápida debe continuar, pero los reguladores detrás de ella también necesitan apoyo. Necesitamos mantener la financiación de organizaciones de la atención de salud, por ejemplo, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés), los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) y los Institutos Nacionales de Salud de los Estados Unidos (NIH, por sus siglas en inglés), con asesoramiento para la distribución apropiada de los recursos en las áreas de mayor necesidad, tales como la biología humana fundamental y la tecnología aplicada.

La disposición a escuchar y colaborar, tanto del sector público como del privado, ha sido una parte importante de la optimización de la respuesta a la COVID-19. Esta práctica de transparencia y compromiso temprano debe continuar para ayudar a aumentar los suministros para pruebas y la infraestructura con más rapidez y garantizar una distribución equitativa de un conjunto limitado de materiales durante una respuesta nacional. Además, se debe elaborar un plan estratégico nacional sólido para la preparación y respuesta a la pandemia.

Un aspecto de nuestra colaboración futura debe incluir el desarrollo de una estructura para que las partes interesadas de la industria establezcan acuerdos sobre el intercambio de información durante las emergencias nacionales. En colaboración con la FDA, los CDC y la Oficina del Coordinador Nacional de Tecnología de la Información de la Salud, debemos formular directrices y normas sobre los datos para las autoridades de la salud y las partes interesadas de la industria con el fin de optimizar la información y las expectativas mutuas. Esta estructura debe incluir la inversión en sistemas de tecnología de la información por parte de los hospitales; el almacenamiento de la información centralizado y accesible es clave para mejorar las decisiones basadas en datos en la atención de salud y durante las crisis.

No obstante, más que cualquier otra cosa, la pandemia de la COVID-19 ha resaltado las disparidades significativas que existen en el sistema de atención de salud de los Estados Unidos. La COVID-19 afectó de manera desproporcionada a las poblaciones afroamericanas, latinas e indígenas, y los factores como la edad, el género, la economía y los componentes ambientales han agravado aún más estos efectos. ¿Cómo podemos combatir estos obstáculos para alcanzar una mayor equidad en la salud?

Aunque esto no sucederá repentinamente, podemos mejorar nuestros sistemas mediante un enfoque multidimensional. En primer lugar, debemos lograr una mayor diversidad e inclusión en la investigación clínica con el fin de desarrollar tratamientos con más efectividad para todos los pacientes afectados por la enfermedad. Los ensayos clínicos enfrentan una disparidad evidente en cuanto a la diversidad de los participantes. Podemos abordar esta problemática reduciendo los obstáculos de inscripción de las poblaciones minoritarias representativas, entre otras estrategias. Un excelente ejemplo de cómo es esto: nuestra campaña de educación sobre ensayos clínicos en unidades móviles en el sureste de los Estados Unidos.

Este trabajo ha sido un foco de atención en Janssen durante mucho tiempo, y nuestros estudios ENSEMBLE para evaluar la seguridad y eficacia de nuestra vacuna contra la COVID-19 pueden funcionar como ejemplo del trabajo que aún queda por hacer para alcanzar una mayor equidad de salud.

En paralelo, tenemos que establecer una infraestructura adecuada para llevar terapias transformadoras a los pacientes que las necesitan. Es el momento de formar una comprensión más completa de la compleja cadena de suministros global y garantizar que permanezca fortalecida incluso en los tiempos de crisis para que todos puedan confiar con seguridad en el acceso a las terapias.

Por último, la salud digital pasó a primer plano durante la pandemia. Los dispositivos como los de tecnología ponible demostraron ser claves para continuar la investigación clínica en lugares remotos y pudieron ser un detonante en el impulso de ensayos más accesibles. El uso continuado de estas soluciones digitales y de otras tecnologías innovadoras luego de la pandemia dependerá en parte de las políticas de retribución impuestas por el gobierno, así como de la aceptación de estos métodos dentro de las regulaciones sobre los ensayos clínicos y de nuestro sistema de atención de salud.

El camino por recorrer

Estas tareas pueden parecer abrumadoras —después de todo, estamos exigiendo un cambio a nivel global. Pero ahora no hay marcha atrás —muchos de los aspectos del “qué” y ”cómo” fueron diferentes y muchos de ellos se mantendrán de aquí en adelante. La COVID-19 fue un detonante para el cambio, un periodo Cámbrico en nuestra historia de la evolución como industria biofarmacéutica de diagnóstico y de dispositivos.

Como una de las compañías farmacéuticas más grandes del mundo y mediante la extensa colaboración con nuestros colegas del sector público y del privado, sentimos que estamos en una posición única para contribuir a las soluciones holísticas. La misión de Janssen se alinea con estos componentes clave, ya que trabajamos para hacer uso de nuestras capacidades y colaboraciones únicas con el fin de cocrear soluciones estratégicas y funcionales para ayudar a forjar un futuro en el que la enfermedad sea una cosa del pasado.

No más sin precedentes. Sin mirar atrás. Manos a la obra.

18 de enero de 2022