El foco del equipo de trabajo de la diabetes mellitus gestacional (GDM, Gestational Diabetes Mellitus) está puesto en la identificación de mujeres en riesgo a través de un modo epidemiológico y biomarcadores transómicos predictivos para monitorear la salud metabólica y generar oportunidades de intervención. Estas soluciones podrían detener la progresión de la GDM y también mitigar el desarrollo de la diabetes tipo 2 (T2D) que se ve frecuentemente en madres e hijos de embarazadas afectadas por la GDM.

La GDM afecta a aproximadamente el 15 % de las mujeres embarazadas en todo el mundo.¹⁰ Más allá del embarazo, la GDM daña la salud a largo plazo tanto en las madres como en los niños, ya que más del 50 % de las madres terminan desarrollando la T2D en un plazo de cinco a diez años después del parto. Además, los hijos de mujeres con GDM muestran mayores probabilidades de sufrir sobrepeso u obesidad y presentan mayor riesgo de desarrollar la T2D en una etapa posterior de su vida.¹⁰ Los datos que emergen sugieren otras graves secuelas para estos niños. En los Estados Unidos, en 2007, la GDM generó aproximadamente $636 millones en costos médicos, $596 millones en costos totales de atención de maternidad y $40 millones en costos neonatales.¹¹