La enfermedad renal crónica, que afecta a casi la mitad de las personas con diabetes tipo 2, se asocia con un mayor riesgo de insuficiencia renal y enfermedad cardiovascular. Con la atención disponible en la actualidad, el tratamiento de la enfermedad renal en etapa terminal se limita a la diálisis y al trasplante de riñón; ambos son costosos y están asociados con una poca expectativa de vida. A pesar de esta enorme necesidad médica, han pasado dos décadas desde que se identificó un nuevo tratamiento para la enfermedad renal diabética. Nuestro objetivo es cambiar eso en un futuro cercano. Al explorar los beneficios renales adicionales de nuestro consolidado inhibidor del cotransportador de sodio-glucosa 2 (SGLT2), así como varios medicamentos prometedores que se encuentran en la fase inicial del perfeccionamiento, cada día estamos más cerca de ofrecerles nuevos tratamientos a las personas que viven con enfermedad renal crónica.

Aproximadamente el 40% de los adultos de EE. UU. y el 13% de los adultos en todo el mundo son obesos. La obesidad puede causar un aumento en las tasas de enfermedades cardiovasculares, diabetes, enfermedades de hígado graso no alcohólico y otras complicaciones potencialmente mortales. Es por esto que estamos enfocados en encontrar tratamientos para bajar de peso eficaces para los pacientes obesos con un mayor riesgo de contraer enfermedades.