La caracterización de cómo el microbioma cambia con el transcurso del tiempo como resultado del estilo de vida, la genética y el ambiente, y la comprensión de su clara conexión con las enfermedades darán lugar a métodos nuevos y apasionantes para prevenir las enfermedades y recuperar la salud. Es posible que estas soluciones tengan muchas formas: cócteles de microorganismos y bacteriófagos que ayudan a la prosperidad del microbioma; pequeñas moléculas tradicionales o compuestos que tienen como objetivo alcanzar vías para aumentar o suprimir la actividad del microbioma; diagnósticos basados en el microbioma que pueden identificar precursores de enfermedades; vacunas que vuelven a entrenar la respuesta del sistema inmunológico ante cambios en el microbioma. Todas estas soluciones potenciales ofrecen la oportunidad de intervenir de formas más precisas que lo que es posible con las modalidades tradicionales; con la finalidad de tener un impacto en múltiples objetivos y abordar la causa original de la enfermedad.