Lo que aprendí sobre la DEI barriendo suelos
La justicia racial y social no son meras palabras de moda, son elementos cruciales de la salud pública. Como director de Diversidad, Equidad e Inclusión (DEI), Productos Farmacéuticos, I+D e Innovación Externa Global en Janssen, mi trayectoria y mi pasión por transformar la cultura de la atención de salud se han visto profundamente influidas por mis experiencias personales.
Mi relación con la atención de salud empezó humildemente, en la farmacia de mi padre en el norte de Filadelfia. De niño, me encargaban reponer las estanterías y barrer el suelo mientras mi padre surtía las recetas. Verlo influir en la vida de los pacientes asegurándose de que recibieran su medicación en el momento adecuado me causó una profunda impresión.
Un joven Cecil Johnson surte los estantes de la farmacia de su padre
La farmacia de mi padre era también un centro de interacciones diversas: desde representantes de ventas farmacéuticas hasta clientes de toda condición. Poco podía imaginar que estas primeras observaciones alimentarían mi deseo de seguir una carrera en el sector farmacéutico y, en última instancia, me encaminarían hacia la promoción de la DEI en la industria en general.
Con una licenciatura en ciencias empresariales de la Universidad de Hampton, me lancé al mundo de las ventas farmacéuticas, relacionándome con médicos y administradores de hospitales y sistemas de salud. Esta experiencia laboral me permitió interactuar con comunidades y personas cuyas experiencias eran distintas de las mías.
También puso de manifiesto las enormes disparidades que existen en el acceso a la atención de salud y los malos resultados a los que muchos se enfrentan. Ser testigo directo de estas disparidades encendió una profunda pasión por trascender mi papel en las ventas y convertirme en catalizador del cambio en el sector farmacéutico.
Desde barrer el suelo de la farmacia de mi padre en el norte de Filadelfia hasta diseñar estrategias globales para una mano de obra diversa, he aquí algunas de las valiosas lecciones que he aprendido sobre lo que hace falta para progresar:
La inclusión exige superar la incomodidad y ser vulnerable
Cultivar un entorno integrador exige superar lo que resulta incómodo, aceptar la vulnerabilidad y aceptar no tener todas las respuestas. Como muchos, disfruto aprendiendo, pero tuve que aprender a sentirme cómodo sin saberlo todo, sobre todo cuando se debaten temas delicados como la raza, la equidad sanitaria y la justicia social. El crecimiento y el progreso, sin embargo, suelen venir de superar la incomodidad, reconociendo nuestros puntos ciegos y buscando activamente aprender de una variedad de perspectivas.
Participar en la realización de la DEI es un privilegio
Formar un equipo diverso ha sido otra profunda lección en mi trayectoria. Mi experiencia trabajando en la farmacia de mi padre me enseñó el valor de conectar con personas de distintos orígenes. Sin embargo, cuando empecé a trabajar después de la universidad, pronto me di cuenta de que no podía esperar a que los demás vinieran a mí. Necesitaba ser proactivo para llegar a personas con perspectivas y talentos diversos. Crear un equipo verdaderamente diverso e integrador exige esfuerzos decididos y un auténtico compromiso de ampliar nuestras redes.
Un aspecto esencial de mi función es reconocer el privilegio que tengo al impulsar los esfuerzos de DEI que repercuten en nuestro negocio. Aprendí que ser líder en este ámbito significa salir de mi zona de confort, relacionarme con personas que tienen experiencias y perspectivas diferentes y estar abierto a aprender de ellas. Esta mentalidad se alinea con la cultura de "Las personas primero" que impulsamos en Janssen como parte de Nuestra Carrera hacia la Equidad Sanitaria (ORTHE, por sus siglas en inglés)— un compromiso para transformar la industria de la salud desde dentro hacia fuera apoyando soluciones que aborden sistemáticamente la equidad sanitaria racial.
En el último año lo hemos conseguido iniciando los "Diálogos de inclusión", una plataforma de conversaciones abiertas dirigida por los vicepresidentes de toda la organización. Estos diálogos nos permiten tomar el pulso a lo que ocurre en la empresa y fomentar una cultura de transparencia e inclusión. Mediante el compromiso activo con los empleados a todos los niveles, podemos identificar áreas de mejora, implementar cambios significativos y hacer crecer nuestro negocio.
La DEI es para todos
Quizá el aspecto más inspirador de mi trayectoria sea darme cuenta de que la DEI es una estrategia empresarial que no es responsabilidad exclusiva de un único líder o departamento. Es una misión compartida que implica a todos los individuos de la organización, por lo que nuestra definición de DEI en J&J es "Todos pertenecemos". Al aprovechar la experiencia y las perspectivas colectivas de nuestra diversa plantilla, podemos evaluar qué recursos son necesarios para seguir siendo competitivos y crear una cultura en la que todos se sientan valorados y capacitados para contribuir a nuestros resultados empresariales.