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Mejora de los resultados para pacientes que padecen cáncer de próstata con tratamiento intensivo temprano

Mejora de los resultados para pacientes que padecen cáncer de próstata con tratamiento intensivo temprano

 

A pesar de los enormes avances en nuestra comprensión del cáncer de próstata y la considerable expansión en el panorama terapéutico, el cáncer de próstata sigue representando el cáncer más común en los hombres. El cáncer de próstata metastásico sensible a la castración (mCSPC, por sus siglas en inglés) es un cáncer de próstata sensible a las hormonas que se ha propagado fuera de la próstata, pero sigue respondiendo a la terapia de privación de andrógenos (ADT, por sus siglas en inglés). Esta forma de cáncer de próstata sigue siendo incurable, lo que indica la necesidad insatisfecha de nuevas opciones terapéuticas. Espero con ansias unirme a los colegas más adelante esta semana para el Simposio de Cáncer Genitourinario de la Sociedad Estadounidense de Oncología Clínica (ASCO GU, por sus siglas en inglés) anual para compartir nuevos conocimientos en el espacio de cáncer de próstata mientras trabajamos juntos para encontrar maneras de mejorar la calidad de vida para los pacientes con cáncer de próstata y eliminar la enfermedad.

El valor y las limitaciones de la ADT

Mientras la ADT perdura como el pilar de tratamiento para el mCSPC, los inhibidores de receptores de andrógenos (ARI, por sus siglas en inglés) más nuevos están abordando las limitaciones específicas de la ADT. A saber, los mecanismos de adaptación que la ADT inicia en las células cancerígenas de los pacientes que finalmente hacen que la terapia sea inútil en los pacientes que una vez respondieron bien a ella. Estos ARI más nuevos han ofrecido maneras de combatir la influencia de los andrógenos una vez que el cáncer se vuelve resistente a la ADT.

Lamentablemente, las terapias agregadas a la ADT no han curado el mCSPC, dejándonos que continuemos nuestra búsqueda de maneras más efectivas de enfrentar la enfermedad. Esta búsqueda parece llevarnos a un cambio de paradigma en términos de cuándo utilizar las herramientas con las que contamos. Específicamente, el valor de recurrir a otros tratamientos para ayudar a llenar el vacío una vez que los pacientes dejan de responder a la ADT está siendo eclipsado por la evidencia de los beneficios de combinar la ADT con otros agentes lo antes posible.

Dejando atrás la ADT como estándar de atención

El enfoque para el tratamiento del mCSPC ha implicado, como es lógico, intentar terapias en orden. De hecho, es atractivo limitar los efectos secundarios para aquellos asociados con un medicamento a la vez y comenzar con la ADT por su alta tasa de respuesta inicial. También es reconfortante saber que existen más opciones disponibles en el futuro si la estrategia de tratamiento actual deja de funcionar.

Lo que estamos aprendiendo, sin embargo, es que combinar los ARI con la ADT puede prolongar tanto la supervivencia general como la supervivencia libre de progresión mientras se mantiene la calidad de vida. En otras palabras, incluso aquellos con una enfermedad de bajo volumen pueden beneficiarse más de las terapias de combinación temprana que de las estrategias de tratamiento secuenciales. Aunque el uso de los ARI en combinación con la ADT no carece de efectos secundarios no deseados, estos efectos secundarios no están asociados con un mayor riesgo de mortalidad en la población con mCSPC.

Hacia el futuro: personalización del tratamiento para cada paciente con mCSPC

Hemos sabido por mucho tiempo que la manera de tratar eficazmente a los pacientes con mCSPC supone prevenir los efectos problemáticos de las hormonas. La historia que está surgiendo de la búsqueda es que quizá tengamos más éxito en la lucha contra el mCSPC si atacamos la acción de los andrógenos a través de múltiples mecanismos lo antes posible en lugar de permitir que el cáncer se adapte a nuestros tratamientos antes de introducir nuevos tratamientos. En Janssen, estamos incorporando activamente estas nuevas percepciones de nuestro proceso de descubrimiento mientras buscamos con urgencia una cura para el mCSPC.

Aunque la evidencia apunta al valor de una intervención más temprana y agresiva en el mCSPC como una forma de obtener respuestas de tratamiento más profundas y prevenir demoras en la recepción de terapias eficaces, todavía no existe una solución igual para todos para el mCSPC. Por ejemplo, la terapia de combinación puede provocar efectos secundarios intolerables en determinados pacientes y, por lo tanto, no ser el mejor enfoque para ellos. Hasta que tengamos una cura confiable para la enfermedad, las preferencias y la condición de cada paciente deben seguir impulsando las recomendaciones del tratamiento del mCSPC.

Para obtener más información, visite www.janssen.com/ascogu2021