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Biomarcadores del habla: una herramienta nueva en los ensayos clínicos de la enfermedad de Alzheimer

 

Biomarcadores del habla: una herramienta nueva en los ensayos clínicos de la enfermedad de Alzheimer

 

Imagine un mundo en el que una grabación de voz de una persona pueda ayudar a los profesionales de atención de salud a detectar más rápido una afección neurológica.

Gracias a los esfuerzos de los equipos de innovación clínica, ciencia de datos y neurociencia de Janssen, junto con otros socios estratégicos internos y externos, esta realidad ahora puede estar al alcance de la mano. Los desarrollos recientes en la tecnología de biomarcadores del habla pueden ayudar a predecir los resultados de los procedimientos de diagnóstico actuales para la enfermedad de Alzheimer (EA). Este descubrimiento tiene el potencial de mejorar los ensayos clínicos y los resultados de los pacientes.

En marzo de este año, presenté con colaboradores de INRIA, la Universidad de Edimburgo y  ki:elements en la Conferencia South By Southwest (SXSW) sobre las implicaciones del uso de la tecnología de biomarcadores del habla para la EA y otras enfermedades neurológicas. Previamente un festival de música, cine y multimedia, SXSW ha evolucionado a lo largo de sus 35 años de historia y se ha enfocado en destacar los desarrollos más importantes en atención de salud y tecnología, y reflexionar sobre sus implicaciones futuras.

En nuestro panel, AI is Listening—And it Says You Have Alzheimer’s, la Dra. Alexandra König de INRIA señaló que se observa que los cerebros de los pacientes con enfermedad de Alzheimer tienen cambios fisiológicos relacionados con la enfermedad incluso 20 años antes de que comiencen a tener síntomas de deterioro cognitivo.1 Con este sorprendente hallazgo en mente, son bienvenidas las herramientas que ayudan a los médicos a evaluar a las personas en forma temprana en busca de evidencia de la enfermedad con una menor dependencia de procedimientos invasivos.

Tradicionalmente, la EA requiere que los médicos observen el cerebro mediante imágenes médicas, como tomografías por emisión de positrones (PET, por sus siglas en inglés), para diagnosticar la enfermedad y entender cuánto progresó. Como estos procedimientos requieren que los pacientes estén en un centro con técnicos médicos capacitados y equipos personalizados, es fundamental tener un proceso eficaz de evaluación previa para determinar si los pacientes cumplen los requisitos para un ensayo clínico de la enfermedad de Alzheimer.

Introducción a la tecnología de biomarcadores del habla. Los biomarcadores son indicadores biológicos que determinan si una enfermedad está presente o cuánto progresó en una persona. En este caso, los modelos de aprendizaje automático miden los patrones del habla, como los cambios de tono y volumen, las pausas entre palabras y frases y otras características vocales, para identificar las señales y la gravedad de la EA. Actualmente, Janssen aplica esta tecnología como un componente del proceso de evaluación para determinados ensayos clínicos.

Funciona de la siguiente manera: en un ensayo, los participantes pueden responder a las indicaciones de voz mediante una llamada telefónica automatizada de 10 a 15 minutos en su casa, lo que puede ayudar a los investigadores a determinar más rápido qué participantes podrían ser elegibles para inscribirse. Esto también podría reducir la cantidad de tiempo y el costo que los participantes inscritos deberían invertir durante una prueba para viajar a los centros. Después de la inscripción, los pacientes completan evaluaciones clínicas de rutina para que los investigadores puedan entender los efectos del tratamiento experimental. Con el control digital remoto como una herramienta de los biomarcadores del habla para respaldar las evaluaciones clínicas, los ensayos pueden diseñarse para reducir las visitas al centro.

Nuestra misión de mejorar todos los aspectos de los ensayos clínicos es el objetivo central del trabajo de innovación clínica de Janssen. Desde 2018, llevamos a cabo esta colaboración con el equipo de ciencia de datos y varios equipos del área terapéutica de Janssen, con colaboradores como ki:elements, que creó el software básico de análisis del habla, y con colaboradores de investigación de INRIA, la Universidad de Maastricht y la Universidad de Edimburgo. Gracias a este esfuerzo, en este momento Janssen está aprovechando su Estudio de Autonomía para evaluar mejor la eficacia de los biomarcadores del habla como una herramienta de evaluación previa en los ensayos. La autonomía medirá la seguridad y la eficacia de un candidato a medicamento para la enfermedad de Alzheimer de aparición temprana.

Este trabajo es un recordatorio importante sobre la importancia de la colaboración entre la tecnología, la ciencia de datos, la investigación y otras disciplinas. Nuestro objetivo es producir herramientas innovadoras y valiosas que puedan ayudar a diagnosticar y tratar trastornos neurológicos de forma más sencilla y eficaz. Visualizamos un futuro en el que esta tecnología de biomarcadores del habla pueda integrarse con tratamientos digitales para ayudar a controlar y optimizar el sueño, la dieta, el ejercicio y los juegos para mejorar la función cognitiva de los pacientes. Esperamos que los biomarcadores del habla y otras tecnologías de aprendizaje automático puedan integrarse con facilidad a los estilos de vida de los pacientes para obtener modalidades de tratamiento más automatizadas y adaptables que optimicen los resultados de los pacientes en todo momento.

Abajo se muestra una narración que presenté en SXSW para ilustrar cómo esta tecnología de biomarcadores del habla podría ser parte de un “paquete de salud cerebral” que ayude a optimizar la salud del paciente en el futuro.

Referencias

  1. Hampel H, Blennow K. CSF tau and β-amyloid as biomarkers for mild cognitive impairment. Dialogues Clin Neurosci. 2004;6(4):379-390. doi:10.31887/DCNS.2004.6.4/hhampel

 

13 de abril de 2022